¿Son fiables los estudios de audiencias?
Hoy se han publicado los datos de la 3º oleada del Estudio General de Medios (EGM), que abarca el periodo de Febrero a Noviembre de este año. Todos los medios han ganado audiencia y prestigio entre la población, ¿cómo puede ser?
El EGM lleva dando datos de audiencias desde principios de los 60 y, desde entonces, los medios de comunicación más importantes intentan sacar partido a sus resultados haciendo su particular lectura positiva. Cada medio reivindica ser el que mayores datos de audiencia consigue en cierto campo:
Antena3 cada vez se siente más orgulloso de su página web (por el simple hecho de que su audiencia está más familiarizada con las nuevas tecnologías debido a que es más joven que la del resto de cadenas), TVE1 perenne líder de audiencia (nada tiene que ver con que sea la cadena que llega a más rincones de España, ni con la audiencia heredada de sus primeros años), 20 Minutos líder en prensa generalista (¿qué persona que viaja en transporte público no ha leído un 20 Minutos en su vida?)
Sin embargo, ¿qué culpa tienen los medios de exagerar datos que les favorecen? Sólo intentan fidelizar a su público haciéndoles sentirse partícipes de una gran comunidad que comparten sus mismo gustos y su decisión a la hora de elegir fuentes de información. Eso sí, ¿realmente son fiables los resultados de este estudio?
Bien, para responder a ello fijémonos en qué se basan. El EGM realiza cada año un número de encuestas - entre 43.000 y 80.000 dependiendo del medio a analizar - a un sector de la población al azar para preguntarle sobre los hábitos de consumo de medios que tiene. Es decir, confía en lo que la persona encuestada recuerde. Hay que decir a favor del cuestionario que se centra en periodos de tiempo concretos - ¿qué medio ha visto en el último mes? -.
Sin embargo, un estudio con una muestra tan pequeña (a pesar de ser de las mayores del mundo), y con una base asentada en el recuerdo, a mi parecer, no debería ser tomado tan en serio por aquellos que se jactan de sus resultados.
Antena3 cada vez se siente más orgulloso de su página web (por el simple hecho de que su audiencia está más familiarizada con las nuevas tecnologías debido a que es más joven que la del resto de cadenas), TVE1 perenne líder de audiencia (nada tiene que ver con que sea la cadena que llega a más rincones de España, ni con la audiencia heredada de sus primeros años), 20 Minutos líder en prensa generalista (¿qué persona que viaja en transporte público no ha leído un 20 Minutos en su vida?)
Sin embargo, ¿qué culpa tienen los medios de exagerar datos que les favorecen? Sólo intentan fidelizar a su público haciéndoles sentirse partícipes de una gran comunidad que comparten sus mismo gustos y su decisión a la hora de elegir fuentes de información. Eso sí, ¿realmente son fiables los resultados de este estudio?
Bien, para responder a ello fijémonos en qué se basan. El EGM realiza cada año un número de encuestas - entre 43.000 y 80.000 dependiendo del medio a analizar - a un sector de la población al azar para preguntarle sobre los hábitos de consumo de medios que tiene. Es decir, confía en lo que la persona encuestada recuerde. Hay que decir a favor del cuestionario que se centra en periodos de tiempo concretos - ¿qué medio ha visto en el último mes? -.
Sin embargo, un estudio con una muestra tan pequeña (a pesar de ser de las mayores del mundo), y con una base asentada en el recuerdo, a mi parecer, no debería ser tomado tan en serio por aquellos que se jactan de sus resultados.
El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse.
Pues a mí nunca me han entrevistado los del EGM (claro que si lo hacen por teléfono la han cagado, porque siempre me llama todo el mundo a la hora de la siesta y no lo cojo). De todas maneras, aunque no entrevistasen a nadie, siempre habría un periodista que diese los números obtenidos misteriosamente (cómo son, unos cabrones todos) y todo dios estaría la mar de contento y felicitándose intentando hacernos creer que realmente lo que nos gusta son ellos aunque no nos hayamos dado cuenta. (Modo mala leche off)
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