Ana Alfageme: "Internet ha venido a auxiliarnos de manera dramática"

Tuve el placer de poder entrevistar a Ana Alfageme a finales de 2012, con motivo de mi investigación sobre el futuro de los medios de comunicación en el entorno digital para mi Trabajo de Fin de Grado. Como decía, parte de esta investigación se centró en la elaboración de una serie de entrevistas que iré reproduciendo en este blog periódicamente.

La primera de ellas es también la primera que realicé. Se trata de Ana Alfageme, responsable de redes sociales de El País desde 2010, veterana del medio que ya ocupaba el puesto de redactora jefe antes de ser reubicada a los social media, lo que le ha llevado a las críticas de algunos expertos en el campo.

P: Es de sobra sabido que el periodismo está atravesando una de las peores crisis de su historia pero, ¿cuál sería para usted el dibujo de la situación actual de la profesión?
R: El periodismo está sufriendo una crisis tremenda. Una crisis de sostenibilidad, de un cambio del modelo del que veníamos, en este caso, El País -aunque El País es un caso espcial porque es de los pocos medios que está sobrellevando la crisis sin grandes pérdidas- pero ha pasado de un modelo de grandes costes sostenido por la publicidad, que era un modelo productivo industrial, a una producción con menos coste a través de la web y que cada vez es más demandado que el papel.

P: Hay expertos que llaman a la necesidad de un "reseteo" del periodismo, ¿está usted de acuerdo?
Estamos viviendo una crisis de cambio en la presentación de la información y luego, una crisis económica que se añade a la crisis previa del periodismo. Cuando tienes las dos crisis superpuestas es tremendo. No es tanto la esencia del periodismo. Siempre habrá gente que quiera saber cosas que no quiere que se sepan -para mí esa es la definición más bonita de la noticia- y siempre va a haber gente, como nosotros, los periodistas, o los propios ciudadanos, que quieran contarlo.
El problema es la sostenibilidad. Yo no creo que sea un problema de crisis en la identidad del periodismo porque creo que es necesario y tiene un sentido, igual que tienen sentido otras profesiones como la medicina. Es más la crisis en el cambio de la presentación de información conjunta a la del consumo de la información. Las dos vinculadas y coincidentes en el tiempo. Es terrible.

P: Muchos periodistas califican Internet como el mal del periodismo y el causante de la mayor parte de sus problemas, ¿usted qué opina de la irrupción de Internet en el periodismo?
R: Como periodista que empezó en el papel y que llevaba 20 años casi en la información, en el papel, creo que la llegada de Internet a la prensa o a la información ha sido buena. En El País empezamos a tener un portal de noticias en el '96, justamente en uno de los aniversarios del periódico. Había equipos separados de trabajo, uno para cada formato, y el grueso de la redacción era para el papel.

En los últimos años, internet ha ido creciendo y asentándose como un referente para que, sobre todo, las generaciones más jóvenes incorporan el hábito de consumir información, es más, nunca ha habido mayor interés por las noticias que ahora. Pero sí es verdad que existe una mayor reticencia a pagar por esa información, en ese sentido, estaríamos igual que la radio y la televisión.

P: ¿Qué ha supuesto?
R: Internet nos ha sacado de nuestra torre de marfil. Es decir, ha supuesto un gran auxilio para hacer nuestro trabajo ya que hay miles de oportunidades en la medida de que puedes hacer un pequeño vídeo cuando estás sobre el terreno o conocer cómo la gente acoge tus noticias en directo. Una capacidad de ver lo que gusta y lo que no más rápido puesto que antes no sabíamos qué pasaba con nuestra información, teníamos que esperar a reunir a un grupo de lectores, ahora lo sabemos en tiempo real lo que les interesa y lo que no, y si estamos bien o mal encaminados. Y una exigencia mayor. Si somos malos, se ve inmediatamente si hacemos algo bueno, también, en definitiva, estamos mucho más expuestos. Ha venido a auxiliarnos de una manera dramática.

Además, vemos que no somos los únicos en comentar sino que hay voces de ciudadanos, que pueden expresarlas a tiempo real en las redes, y que las tenemos que incorporar en nuestro discurso y tenemos que actuar en consecuencia. Tenemos que ser mejores y tenemos que ser más humildes.

Ana Alfageme durante la entrevista / David Fernández

P: Usted es la responsable de redes sociales de uno de los grandes medios españoles, El País. Dígame, ¿qué esperan los medios con su presencia en redes sociales como Twitter?
R: Con Twitter se espera que el lector tenga otra vía de acceso a la página, que nos diga lo que piensa, que nos corrija, que nos insulte si lo considera, que nos llame la atención sobre lo que consideran que estamos haciendo mal. Una red social es un sitio de conversación aunque es difícil conversar cuando tienes 2,5 millones de seguidores pues no podemos controlar mucho las menciones pero pedimos perdón, no solemos borrar nunca un tweet si nos equivocamos, si hemos metido la pata lo decimos, estamos atentos a lo que nos cuentan, nos avisan de noticias, incluso llegamos a contactar a través de las redes con posibles fuentes para reportajes futuros.

P: ¿Qué imagen pretenden transmitir a través de estas nuevas plataformas?
R: Lo que buscamos es credibilidad. Nosotros queremos decir "aquí tienes esto y es bueno, compártelo". Son medios muchísimo más informales y muchísimo menos empaquetados y tratamos de adaptarnos a la naturaleza de ese nuevo medio pero lo bueno que tenemos nosotros frente a conversadores en Twitter o Facebook, es que tenemos cosas para enseñar, cosas que leer, y que pueden generar un debate que pueden escandalizar y que pueden sorprender. La información es excitación y descubrimiento y ponerle freno a los poderes públicos y a los excesos de la gente que hemos elegido. Ahora mismo podemos decir que no sólo publicamos en nuestra plataforma sino que podemos publicar donde nos dé la gana y la gente luego va a hacer lo que quiera con esa información y sí, te da miedo al principio pero qué más da.

En los blogs decía Jeff Jarvis que es tan importante la parte de arriba como la de abajo, es decir, es tan importante lo que tú escribes como lo que te cuentan los comentarios porque en ocasiones te alertan de noticias que no has localizado y te permiten reelaborar el post de nuevo. A mí me parece enriquecedor. Te permite abrir el horizonte de tus investigaciones.

P: ¿Qué beneficios y contraindicaciones puede tener el matrimonio periodismo-internet?
R: Si cometemos un error nos lo dicen inmediatamente a través de los comentarios, a través de redes y a través de emails. Estamos mucho más expuestos. Primero podemos solventarlo y podemos responder. La capacidad del periodista si quiere comunicarse con su audiencia es infinitamente mayor. Internet no es malo para el periodismo, todo lo contrario, es buenísimo, el único problema es que la publicidad que ha soportado la publicación en papel no está soportando de la misma manera, no se paga lo mismo en internet por la publicidad. Los periodistas estamos siempre preguntándonos cómo vamos a poder vivir de la publicación solamente en la web. La publicidad está creciendo, sin duda, pero no lo suficientemente para mantener a un equipo profesional y bien pagado.

P: ¿Cree que el digital es un modelo viable para el periodismo?
R: Todos los editores son conscientes de que el futuro del periodismo está en internet, en la movilidad y las tabletas. Y que todos, ya no sólo los editores sino los gestores, los que llevan esas empresas, están buscando cómo rentabilizar ese consumo de información. Para mí, nadie tiene la solución. Hay que probar. Hay modelos pequeños pero exitosos como es el portal francés fundado por el ex director de Le Monde que está asociado a InfoLibre: los lectores pagan y son un grupo reducido de periodistas de investigación que sacan exclusivas continuamente. Pero no sabemos si ese modelo funcionaría aquí. En España no tenemos la experiencia de que la gente esté dispuesta a pagar por la información como ocurre, en este caso, en Francia y eso es lo que está tratando de hacer InfoLibre. Además, en una crisis económica tan brutal como la que tenemos, ¿cómo vas a pedirle dinero a la gente para tener algo que puede encontrar en otros sitios "gratis"?

P: Sin embargo, en un contexto en el que las ventas en papel caen, muchos editores piensan que es la única manera de rentabilizar los costes.
R: Nosotros [El País] somos uno de los medios que mejor está capeando el temporal y estamos subiendo las ventas en papel [en 2012]. Cuando también das informaciones propias y buenas coberturas, la gente lo aprecia y hace un esfuerzo. Cada uno tiene que buscar su modelo, para nosotros, los contenidos en Internet son más amplios y en el papel damos una selección de aquellos que tienen más recorrido.

P: Consecuencia directa de esta situación (falta de inversión y aumento de la demanda) es la aparición del "periodista-orquesta", ¿qué opina de esta figura?
R: Lo que tiene que hacer un periodista es información. La base de un medio no es la tecnología, es la información; la tecnología es fundamental para ayudarnos en nuestro trabajo, son herramientas para ayudarte a plasmar lo que tú tienes, pero lo que tú tienes no va a haber ninguna tecnología que lo supla. Lo importante es que tenga algo que contar, sea quien sea.

Hubo un tiempo en el que se habló mucho del periodismo ciudadano y al final no cambió en nada la manera de actuar del periodismo. Pero sí ofrecimos la posibilidad de compartir con más facilidad dándole profesionalidad y teniendo en cuenta también las cosas que pueden conseguir los ciudadanos. Durante uno de los actos de #TomaElCongreso compramos un vídeo a un chico que había grabado la entrada de policías en Atocha. Volvemos a ¿qué es lo importante? la noticia, me da igual de dónde venga.

P: Pero si los ciudadanos recogen y comparten la información, ¿cuál es la función de los periodistas ahora?
R: Que la gente tenga la capacidad de compartir, de hacer imágenes, de tener la capacidad de denunciar lo que están haciendo, los poderes y lo que la gente no quiere que se sepa es muy bueno. Los periodistas no somos los propietarios de la información, siempre han sido los lectores y el periodista que lo ha entendido de otra manera, se ha equivocado.

Ha tenido que venir la web y las redes sociales a plantarnos cara y ponernos colorados, y me alegro mucho. Yo nunca consideré como periodista que era la propietaria de la información. Hubo compañeros que sí lo que creían y pensaban que sabían más que todo. Pero para ser periodista, como decía un profesor mío en la universidad, hay que tener tres cualidades: humildad, humildad y humildad.

P: ¿Hacia qué modelo se está tendiendo?
R: Nadie tiene la fórmula. Están funcionando todo tipo de medios como Mashable, de tecnología o como otros que realmente son agregadores pero tienen espíritu generalista como The Huffington Post, es decir, no es que todo lo que sea nicho esté triunfando, yo diría que todo lo que sea creativo y añada una visión nueva o una orientación nueva, sea generalista o sea de nicho tiene posibilidades de funcionar.

Evidentemente, en las escuelas de periodismo ahora, en las anglosajonas, hablan de las cualidades que debe tener el joven periodista y una de ellas es mayor especialización y menor superficialidad. Es decir, igual que los blogs triunfan porque son de nicho y eso es una vía segura de éxito, existen otras fórmulas, un poco particulares como el HuffPo, que funcionan también. Y funcionan porque tienen una especialización de contenidos de otros portales que muchos lo llaman piratería pero que lo que hacen es reunir todo en un mismo sitio y a la gente les gusta entrar ahí. Yo creo que son fórmulas originales. Sin embargo, cuando ocurren contenidos, hechos de calado noticioso que realmente condicionan la vida de los ciudadanos los lectores acaban buscando las cabeceras de prestigio y no lo blogs.

P: Antes ha hecho mención a la piratería, ¿qué opina de este fenómeno?
R: No podemos culpar a Internet de los plagios, es algo que siempre ha estado ahí y contra lo que se tiene que combatir pero no es algo nuevo. Lo que no hay que hacer es olvidarnos que, si echamos manos de alguna fuente siempre hay que citarla, siempre. Pero eso… eso es periodismo.

Ana Alfageme en la redacción El País / David Fernández