Consiguen hacer invisible un objeto de 3D por primera vez


¿Quién no ha querido alguna vez ser invisible?, ¿desaparecer en un determinado momento? Pues gracias a científicos de la Universidad de Austin, Texas, hoy estamos un paso más cerca de conseguirlo.

Por primera vez en la historia se ha conseguido hacer invisible un objeto tridimensional desde todos los puntos de vista al aire libre. En experimentos anteriores, sólo se habían ocultado objetos de dos dimensiones y en condiciones de laboratorio, es decir, de manera mucho más artificial mediante esta técnica de "encubrimiento plasmónico", lo que hace que se aprecie aún más el gran avance que ha conseguido Andrea Alú, co-autor del experimento y encargado de su presentación ante la prensa.



El principio de esta invisibilidad es sencillo. Nuestros ojos son capaces de ver ya que recogen los rayos de luz que chocan con los objetos de nuestro entorno. Estas dispersiones rebotan y llegan a nuestro ojos y cerebro, quien reconstruye nuestro alrededor. Sin embargo, los materiales plasmódicos no tratan la luz de la misma forma, por lo que un objeto cubierto de este tipo de materiales se vuelve invisible, (consiguiendo algo así como la regla matemática menos por menos, más)
"Cuando los campos dispersos de la capa [plasmónica] y el objeto interfieren, se anulan el uno al otro y el efecto general es la transparencia y la invisibilidad en todos los ángulos de la investigación." explicó el co-autor del experimento.
De esta forma, el experimento consiguió hacer "desaparecer" un tubo cilíndrico de 18 centímetros ante rayos microondas. Tras cartografiar la dispersión de los rayos ante el tubo, pudieron comprobar que la invisibilidad se lograba mejor ante los rayos de 3.1 Gigaherzios de potencia.

Los científicos son optimistas con este avance ya que es más resistente que los anteriores a cualquier posible imperfección: "Una de las ventajas de la técnica del ocultamiento plasmónico es su robustez, superior a la de las capas convencionales basadas en metamateriales transformados no homogéneos."

Una de sus posibles aplicaciones podría encontrarse en el campo de la biomedicina, ocultando las puntas de los microscopios, aunque aún queda mucho trabajo por delante.
En principio, la técnica puede ser usada también con luz visible. De hecho algunos materiales plasmónicos funionan a la perfección en frecuencias ópticas. Sin embargo, el tamaño de los objetos que pueden ser eficientemente encubiertos con este método está en función de las escalas de la longitud de onda en que operamos, así que cuando se aplica a las frecuencias ópticas de la luz visible, podríamos llegar a camuflar objetos que no pasen de micras.


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