Ese gusanillo

Nervios, prisas, carreras, empujones, silencios y malas contestaciones.... Hay cosas que no se pueden explicar, y lo que se siente cuando estás detrás una cámara o un micrófono buscando el mejor encuadre o poner entre las cuerdas al político de turno es una de ellas. Los que lo habéis vivido sabéis perfectamente de lo que hablo.

Esa sensación de adrenalina que te recorre en el momento y de satisfacción cuando ves el fruto de tu trabajo publicado. Esa ansiedad durante las eternas investigaciones contrarreloj. Ese gusanillo de la actualidad, de la noticia, del periodismo.

Ese, que hacía meses que no sentía y que ayer, en un pregón local pude volver a sentir consiguiendo información de primera mano, estando al pie del cañón.

Sé que parece poca cosa pero alguien dijo una vez que no existen las historias pequeñas, y llevaba razón. No importa qué es lo que te haya tocado o hayas elegido cubrir, lo importante es ese gusanillo que te indica que haces lo que te gusta de verdad.